sábado, 25 de febrero de 2012

Oscar 2012: La cuenta atrás.Mejores intérpretes protagonistas

Comienza la cuenta atrás a los Oscar, que se estregan el domingo de madrugada, o ya lunes, si prefieren. Y para amenizar la espera, aquí va el análisis de las principales categorías. Quién tiene más posibilidades, quién falta, quién sobra… Es mi valoración personal, y de aquí sale mi quiniela. Para quien no le convenza, recuerden que aún se puede votar a sus favoritos en el siguiente enlace. Que gane el mejor. El mejor para la Academia, claro está.

Mejor actor: Entre galanes anda el juego


Estamos, posiblemente, ante la categoría más reñida de todas. Y es que, para ser justos, debería haber como máximo diez nominados a mejor actor, pues 2011 ha sido uno de los años más destacables en cuanto a intérpretes masculinos, tanto que la Academia lo ha tenido difícil para elegir sus cinco favoritos. Inevitablemente, se han quedado muchos por el camino. El actor del año, Michael Fassbender, el eterno ignorado, Leonardo DiCaprio, el icónico y de culto, Ryan Gosling, o el independiente y reivindicable, Michael Shannon, son sólo unos pocos ejemplos de los injustamente olvidados. Pero sólo puede haber cinco.

De todos los nominados, pese a ser un gran actor, el que menos papeletas tiene, aunque encabece las votaciones de webs de habla hispana, es Demián Bichir. Su interpretación en “A better life” ha sido reconocida por la crítica, aunque no haya ganado ningún premio por ella, y su mención parece más de relleno que otra cosa. Muchas más posibilidades tendría el gigantesco Gary Oldman, que pese a su vasta carrera, se enfrenta a su primera nominación al Oscar, totalmente merecida, pero es incomprensible que no haya sido nominado antes. Y aunque Brad Pitt haya sido nominado con anterioridad, parece ser el eterno perdedor. Y más por “Moneyball”, que aunque posee intensidad no es de las mejores de su carrera. De hecho, si lo ganara podría considerarse un insulto para un actor que ha brillado más antaño.

Porque figure quien figure en esta categoría, el gran duelo está entre dos galanes. Entre un recién llegado a Hollywood y los Oscar, y un veterano al que siempre se le escurre la estatuilla de los dedos. Ya sea como actor, director o guionista, Clooney ya ha afrontado la derrota en anteriores ediciones, y nunca pierde ni su sonrisa ni su carisma, y mucho menos su sentido del humor. No olvidemos que tiene un Oscar como actor de reparto por “Syriana”, pero el de actor se le ha resistido en dos ocasiones. Es, con diferencia, el que más premios ha ganado en esta carrera por la estatuilla dorada, entre ellos el Globo de Oro a mejor actor dramático. Se haría justicia si se lo llevase.

Pero el gran rival de Clooney tiene acento francés. Jean Dujardin ha saltado a la fama mundial con su irresistible George Valentin de “The Artist”, que se come literalmente la pantalla. Un papel tragicómico que lo tiene doblemente complicado, pues debe transmitir solamente con gestos y miradas, algo para lo que el carismático y expresivo actor no ha supuesto ningún problema.  No se le ha resistido ni el BAFTA, ni el Globo de Oro a mejor actor de comedia o musical, y tampoco el premio del Sindicato de Actores, arrebatándole el galardón a otro George, esta vez real, del que se ha hecho colega. La cosa queda entre galanes, pero puede que Clooney se vaya de vacío de nuevo. Realmente, podrá ganarlo en el futuro, pero para Dujardin ésta podría ser su última oportunidad.

Mejor actriz: Mejores que sus películas
Voy a dejarlo claro aquí también. Echo de menos a algunas actrices. No a tantas como actores, pero las echo de menos. Echo de menos a la sorprendente Kirsten Dunst de “Melancolía”, a la revelación Elizabeth Olsen de “Martha Marcy May Marlene”, a la versátil Kristen Wiig de “La boda de mi mejor amiga” o a la rotunda Tilda Swinton de “We need to talk about Kevin”. Digo rotunda sin haber visto la película, porque esta actriz jamás falla.

En su lugar tenemos cinco potentes actrices, que bien merecen la nominación. Eso sí, todas tienen algo en común: son lo más destacable, lo más revelador, si no lo mejor en algunos casos, de sus respectivas películas. Es lo que les ocurre a Glenn Close en “Albert Nobbs”, a Michelle Williams en “Mi semana con Marilyn”, y a Meryl Streep en “La dama de hierro”. Los filmes son olvidables, irregulares, pero ellas elevan la categoría del conjunto a destacable.

Y aunque a la Close se la meriende cruda su compañera de reparto, Janet McTeer, es una excelente actriz que merece el Oscar ya, aunque sea por un papel en el que hace de la inexpresividad una poderosa arma interpretativa. Cinco nominaciones hasta ahora, y ningún Oscar. Sencillamente lamentable, aunque lo tiene difícil dada su escasa presencia durante la carrera de premios.

Al otro lado tenemos a esa idolatrada actriz con la que siempre la confunden, tristemente. Meryl Streep, para algunos la actriz perfecta, para otros, y me incluyo, de incómoda presencia. Con ella me pasa como con Anthony Hopkins, que desprende tanta seguridad y se le ha dado tanta importancia que ha perdido ya el interés, hasta el punto de considerarla cargante y sobrevalorada. Pero al César lo que es del César, es una excelente actriz, aunque su Margaret Thatcher sea también lo mejor de una película tan floja como “La dama de hierro”. Es tan adorada que, cada vez que es nominada, todos la colocan como favorita en las quinielas, como esperando a que gane su segundo Oscar como actriz –tercero en total, que tiene otro como actriz de reparto-. Porque agarrémonos, la dama acumula ya casi una quincena de nominaciones al Oscar. Este año, el Globo de Oro a mejor actriz dramática y el BAFTA la avalan, pero ¿por qué este año iba a ser distinto a los anteriores y debería llevarse el Oscar?


Si atendemos a los Globos de Oro, su rival directa es, sin duda, Michelle Williams, que obtuvo el de mejor actriz de comedia o musical. Ya cuenta con dos nominaciones anteriores, una como secundaria y otra como actriz –la última el año pasado por “Blue Valentine”-, y es la que más premios acumula en total. Y aunque su interpretación en “Mi semana con Marilyn” no es la mejor de su carrera, es tan maravillosa como actriz que ya lo va mereciendo, y además es lo mejor de una película por otro lado bastante irregular, logrando captar la esencia de su personaje. Sea como fuere, sería paradójico que el primer Oscar de Marilyn Monroe fuera como personaje, no como actriz.

No me he olvidado de ella, de la infiltrada Rooney Mara, cuya Lisbeth Salander en el Millennium de David Fincher ha pasado desapercibida durante la carrera de premios sencillamente porque el film ha llegado tarde. No es lo mejor del film, pero sí resulta rotunda y salvaje, inmejorable, y de lo más destacable de la adaptación, con una química portentosa con su compañero Daniel Craig. Y pese a llegar tarde, le ha dado tiempo a ganar dos premios de la crítica de un total de menos de cinco nominaciones.

Pero aunque haya mujeres travestidas como hombres, damas de hierro que están esperando su ansiado Oscar, tentaciones rubias resucitadas y chicas duras con dragones tatuados, el premio del Sindicato de Actores ha ido a parar a una actriz formidable que no rivaliza en cantidad de premios con sus compañeras de categoría. Ésta es la segunda nominación de Viola Davis, y qué mejor premio para una actriz que por un film coral donde las mujeres son las auténticas protagonistas. Tan coral es que, precisamente, son sus actrices lo mejor de “Criadas y señoras”.


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