“Pero
¿qué pasa?”. Así comienza sus reseñas El Chico Morera, un personaje de la red
de redes que disfruta despellejando vivos algunos de los estrenos más recientes
del séptimo arte. Sí, y de vez en cuando alaba algunos otros. El Chico Morera
es un PERSONAJE, pero dicho desde todo el cariño y respeto. Un gañán, un tipo
serio y duro armado con unas gafas de sol y una camiseta hawaiana que a base de
fina ironía, ya sea a través de su página en Twitter o su canal en Youtube, ha conseguido
hacerse un hueco en Internet con mucha jeta, incluso antes de que otros más
famosos adaptaran sus reviews para
televisión. El videoblogger por antonomasia, vamos.
Pero el objetivo de
esta entrada no es hablar de El Chico Morera como castigador cinematográfico
cibernético. Este señor es también director y guionista, y ya tiene un buen
puñado de cortos, que sube de manera gratuita a su canal. Y además, es
cojonudo, como bien demuestra esta pequeña pieza de 2011 titulada “¡Que te den
por culo!”, todo un ejemplo de la labia y la verborrea de las que El Chico
Morera hace gala en sus críticas. Original, chispeante, sarcástico y bastante
hijo de su madre es este cortometraje de siete minutos en el que se plantea una
conversación aparentemente banal entre una pareja –ella, por cierto, es otra
videoblogger habitual del director, Sara G, toda una adicta al color carmesí de
la sangre- que acaba culminando en una declaración de amor en toda regla. Porque
no hay mayor muestra de amor que dejarse dar por culo. Literalmente.
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