lunes, 25 de agosto de 2014

En paz descanse... Sir Richard Attenborough (1923-2014)

Cuando se nos muestra una imagen de Sir Richard Attenborough, es inevitable pensar en el bonachón John Hammond de “Jurassic Park”. Así le conocerán muchos espectadores, como el icónico anciano dueño de la isla de dinosaurios de Spielberg. Pero Attenborough, hermano del naturalista Sir David Attenborough, ya era un respetado actor y cineasta británico que inició su carrera en la interpretación en plena II Guerra Mundial, sobre los escenarios y posteriormente en la película propagandística de Noel Coward y David Lean “Sangre, sudor y lágrimas”, en 1942 o en 1946 en “A vida o muerte”, de Michael Powell y Emeric Pressburger, con las que ganó solidez en su estilo interpretativo.

Pero fue en 1947 cuando alcanzó la fama en sendas adaptaciones del novelista Graham Greene, “The Man Within” y “Brighton Rock”, con las que acabó encasillándose en papeles de cobarde realizado. Una década se pasaría interpretando este tipo de personajes en el cine británico hasta que recuperó la estrella gracias a “Private’s Progress”, a partir de la cual despegaría su carrera y probaría otros registros, especialmente dentro del cine bélico. A esta etapa pertenece “Amargo silencio” y “The Dock Brief”, con las que consiguió sus dos primeras nominaciones al BAFTA. No lograría su primera estatuilla de la Academia de Cine Británica hasta 1964, y por partida doble, con “Plan siniestro” y “Guns at Batasi”. Mientras, se lanzaría a Hollywood a participar en exitosos filmes como “La gran evasión”, “El vuelo del Fénix”, “El Yang-Tsé en llamas” o “Dr. Dolittle”. Por estas dos últimas, además, se hizo con dos Globos de Oro.

Seguiría apareciendo en películas como “Diez negritos” o “Rosebud” hasta 1979, año en el que hace un largo parón en la interpretación y se centra en su carrera de director, que había iniciado diez años antes con “¡Oh, qué guerra tan bonita!”. Dirigió, entre otras, “Un puente lejano”, pero fue en 1982 cuando estrenaría la obra cumbre dentro de su filmografía como realizador, “Gandhi”. El film le valió dos Oscar –película y director, además de otras seis estatuillas-, el Globo de Oro, dos BAFTA, tres David Di Donatello, así como varios premios de la crítica estadounidense y europea.

No volvería a igualar este hito en su carrera, pero sí que dirigió algunos títulos remarcables, como “Grita libertad”, “Chorus Line”, “Tierras de penumbra” o “Chaplin”. En 1993, Spielberg le recuperaría para la interpretación en “Jurassic Park”, y a partir de entonces aparecería en su secuela, “El mundo perdido”, en el “Hamlet” de Kenneth Branagh, o en “Elizabeth".

Llevaba 12 años retirado de la interpretación, y su última cinta como director fue en 2007 con “Cerrando el círculo”. Casi un centenar de trabajos en cine, delante y detrás de la cámara, y en cine abalan una carrera portentosa de más de 70 años, de un clásico que nos dejó ayer a los 90 años de edad, y que alimentó a varias generaciones. Descanse en paz.

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